200 m mariposa
Cada mañana que me toca ir a nadar es lo mismo: no quiero. Pienso en el traje de baño horrible y apretado, en el gorro que me recuerda al hombre bala porque, como ya no tengo pelo, dibuja mi cabeza perfectamente, y lo peor: el regaderazo frío antes de entrar en la alberca. Una tortura. …